Tiempo de avivamiento | Uruguay
Hablar de plantación de iglesias en Uruguay años atrás era como hablar de algo casi irreal, sin embargo, para el obispo Alcides Morales, Supervisor Nacional de Iglesia de Dios, fue hablar de una oportunidad para movilizar al liderazgo de la iglesia local al cumplimiento de la Gran Comisión.
Empezó a entrenar a sus líderes que estaban varios años dentro de la iglesia, pero que habían dejado de evangelizar a otros. Algunos le dijeron que no sabían cómo hacer el trabajo, pero una vez que fueron entrenados y enviados, fueron testigos de lo que Dios podía hacer por medio de ellos.
Vidas alcanzadas con el poder de Cristo y acercándose al Evangelio, consolidándose dentro de estas nuevas iglesias, que en los primeros años han doblado la membresía de iglesias madres, han sido algunos de los resultados que han visto.
Pero no sólo ha sido un crecimiento numérico sino que también han podido ver vidas rescatadas de la drogadicción, familias restauradas y comunidades enteras siendo transformadas por la Palabra de Dios. “Un tiempo de avivamiento para la iglesia en Uruguay”.
Otra de las grandes oportunidades que han tenido por medio de la plantación de iglesias es el acompañamiento en el proceso a los nuevos obreros locales, la oportunidad de mentorearlos y pastorearlos a lo largo del proceso. Para muchos eso ha marcado una gran diferencia y motivación ya que no han estado solos en medio de su trabajo.
“Ahora vemos obreros que en seis meses ya tienen más de cien miembros en sus zonas de plantación y en un año ya tienen una iglesia en comunidades donde antes las iglesias cerraban porque no había gente. Las nuevas iglesias son las que están plantando otras nuevas iglesias”, asegura él.