Pregonando el poder de Cristo | Perú
José Amaya Yactayo vive en el Distrito de Comas, en Perú, junto a su esposa y sus hijos. Actualmente está plantando una iglesia en esta zona y una de sus principales motivaciones es recordar de donde Cristo lo rescató ya que antes de tener un encuentro personal con Dios, cuenta que su vida era un caos. “Estaba entregado al alcohol y al adulterio. Mi hogar estaba destruido. Mis hijos no me querían. Todo era peleas, reclamos y siempre prometía cambiar, pero volvía a lo mismo. Estaba desesperado sin saber que hacer porque sabía que estaba perdiendo a mi familia. Por más que hacia un esfuerzo por cambiar, parecía que no podía dejar ese vicio ni el adulterio”.
Su mundo se vinó abajo cuando supo que su esposa estaba enferma de sus pulmones. Buscó desesperadamente una solución para su vida y en ese momento le contaron de una capaña evangelistica donde él vivía. Fue con su familia y por tres días escuchó sobre Cristo. “Dios ministró mi vida y pude entender que necesitaba su ayuda para poder cambiar, pero no acepté de inmediato a Cristo porque aún no estaba seguro de lo que quería. Después con mi familia buscamos una iglesia y tuve ese encuentro con Dios. Lo recibí en mi corazón y desde ese día le sirvo ya que restauró mi hogar, sano a mi esposa; le puso pulmones nuevos y como no servirle si ha sido fiel en sus promesas”, dice él.
Actualmente José sirve como obrero y ha recibido el entrenamiento como plantador de iglesias con el fin de extender el reino de Dios y asegura que una forma es organizando nuevas misiones, que se conviertan en iglesias saludables y eso es parte de su visión. “También nos han ayudado los talleres y materiales, son herramientas necesarias en el trabajo de plantación además del seguimiento, lo cual ha sido de gran ayuda en el trabajo de plantación de iglesias”, asegura.
Para este plantador uno de los desafíos ha sido la dureza del corazón de las personas al no querer aceptar a Cristo ni el Evangelio, pero también se han regozijado al ver la transformación que trae la salvación, especialmente en las familias de la zona que se están acercando, que pensaban que no necesitaban de Cristo y ahora que le conocen, están involucradas por completo en la iglesia que está siendo plantada.